Artículo


”Los contratos son a título oneroso cuando las ventajas que procuran a una de las partes les son concedidas por una prestación que ella ha hecho o se obliga a hacer a la otra. Son a título gratuito cuando aseguran a uno o a otro de los contratantes alguna ventaja, independiente de toda prestación a su cargo.”

Interpretación


La distinción entre contratos a título gratuito y a título oneroso tiene una enorme repercusión jurídica. Las principales consecuencias son las siguientes:

Los adquirentes por título oneroso están mejor protegidos por la ley que los adquirientes por título gratuito; por consiguiente:

  1. La acción de reivindicación tiene mayores exigencias cuando se dirige contra quien adquirió la cosa por título oneroso.
  2. La acción revocatoria no exige la prueba del consilium fraudis (que es el conocimiento que el tercero tiene del fraude o, al menos, la posibilidad de conocerlo) cuando el tercero adquirió la cosa por título gratuito; pero es indispensable si la hubo por título oneroso.
  3. La garantía de evicción y contra los vicios redhibitorios solo procede, en principio, en los contratos onerosos.
  4. La aplicación de la lesión no se concibe en los contratos gratuitos